viernes
jueves
¿ Por qué?...
¿ Por qué cuando dejo mi coche en un aparcamiento de esos grandes no me fijo en la letra y el color?
¿ Por qué me tengo que llevar dos horas rebuscando donde he dejado el coche?
¿Por qué me tengo que enfadar conmigo misma y ofenderme con palabras malsonantes cuando no sé donde lo he aparcado ?
¿Por qué?
¿ Por qué me tengo que llevar dos horas rebuscando donde he dejado el coche?
¿Por qué me tengo que enfadar conmigo misma y ofenderme con palabras malsonantes cuando no sé donde lo he aparcado ?
¿Por qué?
viernes
La vida...
La voz de Alfonso turba.
Tan cálida y profunda que llega al corazón.
Es alto, enjuto y de mirada clara
Sus manos son de campo. De arado y yunta.
Ayer, se comió el escenario. Nunca pensó lograrlo.
Su historia, la de un niño pastor, allá, por tierras de Castilla
Para quitarse el miedo, si la noche caía, hablaba con sus perros.
Cuando llegaba a casa, no había jabón de olor, ni sábanas bordadas, ni colchón
Las gallinas salían de corrales ajenos. Madre no preguntaba, su padre, enfermo, tenía que comer.
Los hombres no lloran, le dijo su vecino cuando el padre murió y Alfonso no lloró hasta que no nació su primer hijo, muchos años después.
El hombre de la casa con diez años...
Cuando madre murió y allí nada le ataba, quiso descubrir Mundo marchando a Barcelona para, más tarde, dar el salto a París. No le llegó el dinero y se quedó en Madrid.
Pasado los cincuenta, aprendió a leer y a escribir.
Pasado los cincuenta, tuvo el primer carnét, firmado, con su nombre y apellidos . También lloró entonces y se sintió feliz.
Su historia nos la cuenta con su media sonrisa. A aquellos duros años no le guarda rencor:
"La vida hay que tomarla como viene, no sirve lamentarse"
Tiene más de setenta años sobre su espalda y veinticinco en su joven corazón.
"Ser o no ser " el soliloquio de Hamlet fue su elección.
¿Por qué ese personaje?
De niño pude ser o no ser. A veces lo pensé. Miraba a mi madre y elegí ser.
Ayer, cuando acabó, lloraba
Yo también...
Sus manos son de campo. De arado y yunta.
Ayer, se comió el escenario. Nunca pensó lograrlo.
Su historia, la de un niño pastor, allá, por tierras de Castilla
Para quitarse el miedo, si la noche caía, hablaba con sus perros.
Cuando llegaba a casa, no había jabón de olor, ni sábanas bordadas, ni colchón
Las gallinas salían de corrales ajenos. Madre no preguntaba, su padre, enfermo, tenía que comer.
Los hombres no lloran, le dijo su vecino cuando el padre murió y Alfonso no lloró hasta que no nació su primer hijo, muchos años después.
El hombre de la casa con diez años...
Cuando madre murió y allí nada le ataba, quiso descubrir Mundo marchando a Barcelona para, más tarde, dar el salto a París. No le llegó el dinero y se quedó en Madrid.
Pasado los cincuenta, aprendió a leer y a escribir.
Pasado los cincuenta, tuvo el primer carnét, firmado, con su nombre y apellidos . También lloró entonces y se sintió feliz.
Su historia nos la cuenta con su media sonrisa. A aquellos duros años no le guarda rencor:
"La vida hay que tomarla como viene, no sirve lamentarse"
Tiene más de setenta años sobre su espalda y veinticinco en su joven corazón.
"Ser o no ser " el soliloquio de Hamlet fue su elección.
¿Por qué ese personaje?
De niño pude ser o no ser. A veces lo pensé. Miraba a mi madre y elegí ser.
Ayer, cuando acabó, lloraba
Yo también...
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